23 de junio, la noche más corta?

este fin de semana fui a celebrar san juan a mi tierra. hacía dos años que las guardias del hospital no me lo permitían y tenía muchas ganas. y la verdad es que mereció la pena. me lo pasé cañón. una pena que le tiempo no acompañase para haber ido a la playa de día, pero por lo menos no llovió el viernes noche... salvo a primera hora de la mañana... del sábado!

aún no he aprendido a añadir las fotos en el orden que yo quiero, y menos a intercalar texto y fotos (tarea pendiente) pero al menos salen y os puedo enseñar varios momentos importantes de la noche.

en algorta es tradición hacer hogueras, como en el resto del país, pero la peculiaridad que tenemos (como todas las ciudades con playa, supongo) es hacerlas en la misma playa. y qué mejor plan que cenar pizza al calor de la hoguera con tus amigos! pues éso fue lo que hice. cuando pasada la una de la madrugada encendieron los focos de la playa (lo cual hace que parezca una macro disco, además de tener que volver locos a los marineros) me di cuenta de la cantidad de gente que había en la playa. hogueras había, pero gente aún más. aquéllo parecía el concierto de shakira! una ambientazo como dios manda! y que yo viera no hubo ninguna gamberrada grave, así que buen rollito sanjuanero...

dieron las dos y tocó cambiar de tercio e inaugurar la temporada de udako jaiak (desde ahora hasta octubre siempre habrá fiesta en algún pueblo de vizcaya, no es genial?)... en leioa. cerquita, esta vez. y allí nos fuimos. motorizados en mi super corsita. bailar en las txoznas, ver viejas caras conocidas, brindar por el verano que empieza... y así como quien no quiere la cosa nos dieron las seis de la mañana (como podéis comprobar en la foto). el hecho de que cerrasen el recinto de txoznas y sólo quedase un bar abarrotado hasta las pestañas y empezase a llover nos animó a retirarnos, aunque el cuerpo parecía querer echar un último baile (y eso que en mi caso salía de guardia y sólo había dormido dos horas, y es que la música me resucita!).

así que nos retiramos. como buena taxista fui apeando a la gente en sus respectivos destinos (más o menos) y me retiré a mi casita, a mi camita, a recuperar el sueño perdido. pero, como yo digo, que me quiten lo bailado, que esa noche fue mucho!

hasta la próxima!