miércoles, 28 de noviembre de 2007

mi amigo murphy

en la práctica clínica siempre me ha parecido que la mala suerte nunca viene sola porque como si no fuera suficiente la enfermedad que padecen nuestros pacientes muchas veces suelen presentar otros problemas, muchas veces sociales, ante los cuales los médicos no podemos ofrecer mucha ayuda.

pues esta semana he podido sentir en mis propias carnes esta sensación de que el mundo se me caía encima. no quiero entrar en detalles porque son íntimos y personales y no quiero herir a nadie, pero ha sido una de las peores semanas de mi vida, con mucho estress tanto a nivel personal como profesional, hasta el punto de pensar en dejarlo todo y escapar lejos de todo lo que conozco.

en ese sentido lo bueno de esta semana ha sido que he tenido cuatro guardias, por lo que he estado muy ocupada y con poco tiempo libre para pensar en mis "movidas". y lo mejor que pasado mañana cambio de aires radicalmente: me voy una semana a los alpes!

por lo demás, cambié de rotación y ahora veo colorrectal. supone un cambio de actitud sobre todo por el pronóstico de estos pacientes. así mismo en general requieren menos atención porque están menos sintomáticos. así que es una consulta más dinámica.

el fin de semana también fue puramente hospitalario, con un incidente que me ha marcado el resto de la semana, desgraciadamente. tengo la sensación de que últimamente hago todo mala y que si agrado a uno no lo hago a otros. supongo que este bache se pasará pronto, lo necesito. no quiero terminar así el año. el sábado tuve la tarde libre y decidí pasarla fuera: di un paseo en bici y después me fui a pasear por el centro, disfrutanto del ambiente prenavideño (las luces ya están en funcionamiento) y mirando puestos y tiendas, resistiéndome a la tentación de comprar cosas innecesarias realmente.

hoy ha sido un día intenso. y también con susto. si es que últimamente parece que murphy es mi sombra. y justo además me pilla de pleno, para cuatro mañanas que estoy en casa... ha explotado la bomba de butano de la cocina de un vecino y han tenido que desalojar parte del edificio y venir los bomberos. la calle llena de añicos de cristales. la verdad es que ha sido como en las pelis, sólo que no era un fuego controlado. afortunadamente no ha habido que lamentar víctimas aunque los daños materiales de los afectados habrán sido considerables. a mí no me ha tocado muy de cerca porque la comunidad son dos edificios gemelos con dos escaleras cada uno y ha sido en la escalera opuesta diagonalmente a la mía. pero esto da qué pensar, porque ya ves, el día menos pensado en menos de lo que canta un gallo te "arruinan" el día (y la casa).

yo por mi parte bastante he tenido hoy con arreglar el antiniebla trasero de mi coche que un gracioso se encargó de destrozármelo en el parjking del hospital. si es que hoy en día dan el carnet a cualquiera jeje... seguro que fue un chico, porque hay que ser bestia para la avería que me hizo sólo maniobrando (es broma, no os enfadéis...)

pues ya me despido hasta mi regreso de las montañas, donde me voy a sentir heidi de los pies a la cabeza y voy a ser la más feliz del lugar.

hasta la próxima!

jueves, 22 de noviembre de 2007

carretera y manta

el jueves pasado el coche y yo nos fusionamos en uno. por la mañana de casa al aeropuerto y vuelta al hospital, con las susodichas vueltas y vueltas para aparcar el coche. y encima para terminar aparcándolo en una zona que aparentemente no tiene prohibición y terminar con una multa por supuestamente obstaculizar el paso (anda ya!). a ver si ponemos bien las señales de tráfico porque que no se pueda aparcar a la derecha no quiere decir que no se pueda a la izquierda...

al salir del hospi paradita en casa para coger las maletas y en marcha. zaragoza-bilbao-oviedo. de una tiradica, con paradita sólo para repostar y pis. la verdad es que no se me hizo nada duro el trayecto hasta bilbao, autopista y sin tráfico. lo peor si acaso el sol, pero daba de lateral y no de frente, así que ni tan mal. llegando a bilbao tom me llamó desde su coche que él también estaba llegando a cham. sólo que yo no me quedaría en casa.

atravesar bilbao ya me costó más. y en la carretera a castro atasco por cortar un carril por obras. después como la seda hasta el tramo que la autovía se convierte en carretera. después de nuevo ligerito hasta oviedo. no me costó entrar en la ciudad ni me perdí de camino al hotel (preguntando dos veces a transeúntes, pero preguntando se llega a roma no?). una vez acomodada en el habitación duchita y cenita ligerita que me había llevado porque sabía que no llegaría con ganas de ir al otro hotel (soy la desafortunada que siempre se queda sin habitación en el hotel chulo), duchita, saluditos a la gente por internet y a mimir.
el viernes día intensivo. simposio de sarcomas de partes blandas, abordaje multidisciplinar. interesante. pero como no, estos adjuntos que quieren siempre exhibir todo lo que saben no respetaron para nada los tiempo de exposición y terminamos a las nueve en vez de a las seis. mortal. así que tampoco me encontré con ganas de ir a la cena oficial (en gijón). pero casi que preferí el plan alternativo: cena de picoteo con marta (oviedo) y bego (vigo) en un bar riojano (vivan mis raíces) y después visita guiada (marta) por lo más pintoresco de oviedo. no me imaginé que fuera tan pequeña y se recorriera con tanta facilidad.
el sábado aproveché mi estancia en tierra astur. por la mañana paseo por los hórreos de bueño y subida al monte naranco para ver santa maría del naranco, san miguel de lillo y el jesucristo que con sus brazos extendidos abraza el valle con la ciudad a sus pies.
después de despedirme me puse en marcha hacia bilbao, por el camino costero con paradita en la playa de barro (tengo queir en verano) y en llanes.
y por fin, a las seis de la tarde, llegaba a mi casa y aparcaba el coche. me gusta conducir, sobre todo con mi música favorita sonando a todo volumen y yo canturreando. pero 900 km en menos de 48 horas son kilómetros y se agradece descansar un poco. y aún el domingo regresaría a zaragoza!

hasta la próxima!

miércoles, 21 de noviembre de 2007

visita sorpresa

la segunda semana del mes pasó sin pena ni gloria... hasta que llegó el fin de semana. el lunes batí mi récord llegando a atender a quince pacientes en urgencias. pero es que la guardia no era de urgencias, sino de oncología. lo mejor de todo es que aún pude dormir, así que imaginaros que todos esos pacientes los vi por la tarde, en ocho horas. tengo las suelas de los patucos desgastadas!

es cansado hacer seis guardias al mes, pero librarlas es ganar calidad de vida. aunque no duermas al día siguiente (mi cuerpo tiene el defecto de no saber dormir de día) desconectas al salir del hospital y además descansas, aunque no consigas dormir. así que pasé un martes tranquilo y muy charlatán, aunque con agujetas en los dedos puesto que fue chateo.

el miércoles aún me atreví a coger la bici. este año decidí no apuntarme al gym y seguir con el deporte al aire libre (me gusta el gym pero me agobia un poco el sitio cerrado y lleno de gente sudando) pero llegó el otoño y el viento de zaragoza no te pone las cosas fáciles en la bici. así que estoy optando por cambiar la bici por el footing, sólo que tengo que aprender a respirar y correr a la vez porque me da el flato. así me obligo jejeje...

el jueves tuvimos un curso al que acudimos medio servicio y que fue muy interesante, sobre algo tan básico y relativamente sencillo como el dolor. y después típica cena de pinchos patrocinada por el susodicho laboratorio. la verdad es que cuando empiezas la residencia y te invitan por primera vez a semejante festín (y cuando es comida de cuchillo y tenedor ni te cuento) hace ilusión pero después de unas cuantas pues como que ya uno lo toma como una rutina, pero realmente no lo es y me siento afortunada de poder disfrutar de ello.

el viernes fue cuando la semana pasó de ser rutinaria a especial. esta semana me tocó cubrir a irene en la planta. fue volver a mis orígenes. como terminamos pronto me fui a hacer hojas de consulta. y caminando por los pasillos del hospital me suena el móvil. era tom, el peregrino francés, para decirme que quería venir a zaragoza (algo que ya habíamos hablado) pero que no tenía vuelo, por lo que no podía ser. colgué y media hora más tarde me llama y dice que se viene el sábado. aproveché la tarde del viernes y la mañana del sábado para darle a la bici y para hacer recaditos varios, como resucitar mi ipod.

el sábado a las nueve y media de la tarde llegó tom. fui a recogerle. es especial reencontrarse con un peregrino fuera del camino. es algo que he vivido todos los años que he hecho el camino y nunca deja de emocionarme. vinimos a casa, cenamos y, como no, nos pusimos a ver fotos del camino y recordar esos felices días.
el domingo se nos pegaron un poco las sábanas pero al final a la s nueve estábamos en marcha y a las once ya habíamos dejado el coche en el parking de ordesa e iniciábamos la senda de los cazadores. nunca me hubiera dicho que en diez días lo haría dos veces, pero fue totalmente distinto. ir al monte con amigos sabe el doble de rico y si encima descubres un nuevo "mundo" a una persona amante de la montaña pues como que te hace más feliz. y eso me ocurrió con tom. ya desde que pasamos monrepós el chaval estaba alucinado con el paisaje y bueno, ordesa le encantó. tuvimos que meternos caña porque el tiempo se nos echaba encima, pero pudimos comer y descansar plácidamente al pie de la cola de caballo. regresamos por la senda de las cascadas y del bosque otoñal lleno de hojas, donde como niños nos enterramos debajo de miles de hojas. de camino a casa paradita para café y ya en casa, ducha y un buen plato de pasta (pero esta vez con denominación de origen), rememorando las cenas del camino. y de nuevo al sobre, reventadicos pero felices.
el lunes tenía guardia. así que le dejé a tom descubriendo zaragoza con un plano y unas buenas indicaciones. por la noche tuvo el detalle de traerme la cena al hospital. me llamó la atención, al contrario que la mayoría de la gente (al menos yo diría), que quisiera ver cómo es un hospital y cómo se trabaja en él. así que tras proveerle de inmunidad diplomática (una bata blanca) le enseñé nuestras consultas y curiosidades del hospital, como las maravillosas vistas de la doce, visita obligada a todo el que se presente a verme. tras cenar me ocurrió algo gracioso, me quedé frita encima de la cama con el fonen puesto y todo. pero pronto habrían de llamarme de urgencias y despertarme de mi dulce sueño.

el martes pude compensar a tom por el abandono del día anterior. aunque casi me compensó él. me preparó un desayuno-comida que nos llevó casi dos horas. por la tarde paseamos por el centro para quemar las calorías extras y el chico-zara no pudo resistirse a la tentación y acabó con un jersey nuevo. chocolate de lujo en leónidas, cena de postín en el pastificcio y copa en el lago ness. buena compañía y muchas horas de conversación, a todo esto, en inglés, pero como ésta es una ciudad llena de erasmus...
el miércoles después del trabajo tuve que quedarme para enviar el abstract para un congreso pero para las cinco estaba en casa. nos fuimos a andar en bici por el parque grande y el canal. después ducha y merienda en casa. para no trasnochar me adapté a su horario europeo y nos fuimos a cenar al matarraña a las ocho de la tarde para luego tomar algo en otro irlandés, en el que tom se emocionó al ver un trineo de una competición de chamonix, su ciudad. qué casualidad, y yo no me había dado cuenta con las veces que he ido allí! pero el tiempo vuela cuando uno se lo pasa bien y era hora de retirarse y descansar.

el jueves le dejé en el aeropuerto antes de ir a trabajar. la verdad es que se me hizo dura la despedida. pero nuestros caminos se volverán a cruzar, la próxima vez en su tierra, donde espero poder estrenarme con los alpes.

hasta la próxima!

jueves, 8 de noviembre de 2007

otoño en la montaña

el comienzo de mes ha sido apoteósico. creo que nunca había imaginado vivir tantas emociones en tan poco tiempo y menos en 24 horas!
el día uno hice una escapada conmigo misma a ordesa. tenía muchas ganas de realizar la ruta de los cazadores hasta la cola de caballo y así fue.
disfruté mucho de un día soleado de cielo azul en un paisaje de montaña, río, cascadas, árboles desnudos, árboles multicolor, alfombra de hojas y... nieve! mi primer contaco con la nieve, mi primera bola de nieve, mis primeras huellas en la nieve... la verdad que un día delicioso. y como iba sola pues hablaba con la gente con la que me cruzaba, que no fueron pocos, qué éxito tiene ordesa!
el viernes trabajé y a las 3 a casa. la mañana no fue mala porque no fuimos mal en la consulta. pero terminó mal porque recibí lo que para mí suponían malas noticias. pero bueno, hay que afrontar las críticas y aprender de ellas. pero ese día prometía ser "inolvidable" y no en el mejor sentido: salgo del hospital y me encuentro el coche golpeado y con un faro antiniebla roto, pierdo temporalmente mi dni (lo dejé en la mochila del monte y no me acordaba), casi me golpea un coche llegando a casa porque se saltó un stop, clavada en el taller por cambiar el aceite, malos entendidos con los papás, strange feelings ... menos mal que el día llegó a su fin!
el sábado mejoró el día considerablemente. fui con jon, félix y aitor a orduña. subimos al txarlazo a ver de nuevo un paisaje otoñal, lleno de hojas en el camino y de árboles multicolor. pena que la niebla nos impidiera disfrutar de las vistas desde la virgen, aunque hay que reconocer que también tiene su encanto ver como cubre el valle como si fuera un manto.
comimos en el merendero a la falda de la virgen y luego fuimos a berberana, donde pasamos una tarde de encanto: café con pastas al calor de un horno de leña, recolecta de manzanas descubriendo lo que newton ya hizo previamente (aunque en mi caso era una gravedad provocada, verdad jon?), visita de la casa rural con granero incluído,... una tarde campestre! pena que a las seis anocheciera...
vuelta a casa, ducha rápida y de nuevo en marcha. compritas de última hora en el super y después todos a casa de karle. cenita de picoteo todos juntos, aprovechando el último sábado de jon en tierra este año. terminamos dándole al micrófono con el single star. hacia las dos y tras recogerlo todo, nos vinimos a algorta a tomar una copa. pero iban a cerrar y no nos servían, así que decidimos ir a la triangu (sin jon, una pena, porque andaba perjudicado y me pidió que le dejara en casa), con tan mala suerte que estaba a reventar, así que terminamos todos en casa.

el domingo mañana tranquila durmiendo, comida familiar en un italiano (nada comparado con el pastificio de zaragoza), despedida de jon (qué raro se hace pensar que hasta febrero no le veo, aunque después de tantos embarques uno ya se va acostumbrando...), café y despedida de los demás (de nuevo me iba soltera...) y en marcha. salí a las seis pero ya me tocó todo el viaje de noche, una pena esto del invierno. pero no me importa porque casi conduzco mejor sin el sol. llegué a una hora decente, pero entre recoger los miles de trastos que traía, colada, cena y entretenimientos varios, pues a mimir pasadas las doce, como siempre.

hasta la próxima!

brainstorming

la segunda quincena de octubre transcurrió sin pena ni gloria. tres guardias, con la novedad de que desde el 21 las libramos todas, cosa que se agradece aunque también sus implicaciones... por lo demás han sido mis dos últimas semanas de rotatorio de pulmón y cabeza y cuello. después de casi un año en la mama rotar tres meses me ha sabido a poco y además he estado muy a gusto. pero toca cambiar, que aún me queda por conocer.

por lo demás ha sido un mes de mucho brainstorming, en todos los aspectos de mi vida. hay veces que a uno le da por pensar en sus logros y fracasos y medita sobre cómo mejorar ciertos aspectos de su vida. pues eso es lo que me toca últimamente. pero bueno, no lo veo como algo negativo. hay que aprender, empezando por de uno mismo.

este mes, por circunstancias médicas, he vuelto a la vida de soltera y se ha hecho raro. en parte también lo echaba de menos. es curiosa la condición humana: siempre queremos lo contrario de lo que tenemos. bueno, no es del todo cierto, pero vamos, que estos días ha habido momentos en lo que no me importaba estar sola, otros por supuesto se echaba de menos lo que faltaba.

últimamente se ciernen muchas preocupaciones sobre mí, desde personales hasta profesionales. nos hacemos mayores, surjen responsabilidades, vivimos circunstancias que dejan huella,... y claro, una es especialmente sensible a ello y se ve desbordada. pero veo todo esto que me está sucediendo como una oportunidad para mejorar y madurar, que es cómo hay que asumirlo. y, como dicen, después de la tormenta llega la calma, así que a esperar...

hasta la próxima!