hace ya un mes escribía contando mi primera experiencia como paciente (ya sabéis, en casa del herrero cuchillo de palo).
lo que no sabéis es que esa misma semana que me puse mala mi chico vino desde algorta para cuidarme. no el primer día porque tenía consulta médica, pero en cuanto pudo se vino. incluso llegó a zaragoza de madrugada.
han sido dos semanas inolvidables. como todas las parejas, supongo, al principio de nuestros autolimitados (findes y vacaciones de verano) periodos de convivencia teníamos nuestros roces. pero a medida que vivimos más tiempo juntos resulta que nos compenetramos: nos repartimos las tareas, cuando uno está cansado el otro se encarga de todo sin decir nada, ...
cuando uno está fuera de casa, sin su familia, sin sus amigos, sin su pareja ... no puede imaginar nada mejor que saber que al llegar a casa no va a estar tan lejos de todo eso. sobre todo si además la persona que está esperando detrás del recibidor es alguien tan especial como lo es él para mí.
cuando voy a casa tengo que repartir mi tiempo entre él y todos los demás, pero cuando él está aquí el mundo se para en el tiempo y en el espacio: él y yo. todo el tiempo para nosotros. no es del todo cierto porque trabajo, pero el resto del tiempo nos lo dedicamos plenamente.
por cierto, no he vuelto a tener problemas con el estómago, todos los siguientes análisis me salieron bien (no tengo el Pylori) y ya he vuelto al trabajo ... y a las guardias, que supongo me estarán ulcerando poquito a poco por dentro, ja ja ja ...
así que esta nota va especialmente dedicada a ti, zigor. gracias por estar ahí cuando te necesito. gracias por preocuparte tanto por mí. gracias por estar tan encima y cuidarme tan bien cuando he estado mala ... simplemente gracias!!!
hasta la próxima!
lo que no sabéis es que esa misma semana que me puse mala mi chico vino desde algorta para cuidarme. no el primer día porque tenía consulta médica, pero en cuanto pudo se vino. incluso llegó a zaragoza de madrugada.
han sido dos semanas inolvidables. como todas las parejas, supongo, al principio de nuestros autolimitados (findes y vacaciones de verano) periodos de convivencia teníamos nuestros roces. pero a medida que vivimos más tiempo juntos resulta que nos compenetramos: nos repartimos las tareas, cuando uno está cansado el otro se encarga de todo sin decir nada, ...
cuando uno está fuera de casa, sin su familia, sin sus amigos, sin su pareja ... no puede imaginar nada mejor que saber que al llegar a casa no va a estar tan lejos de todo eso. sobre todo si además la persona que está esperando detrás del recibidor es alguien tan especial como lo es él para mí.
cuando voy a casa tengo que repartir mi tiempo entre él y todos los demás, pero cuando él está aquí el mundo se para en el tiempo y en el espacio: él y yo. todo el tiempo para nosotros. no es del todo cierto porque trabajo, pero el resto del tiempo nos lo dedicamos plenamente.
por cierto, no he vuelto a tener problemas con el estómago, todos los siguientes análisis me salieron bien (no tengo el Pylori) y ya he vuelto al trabajo ... y a las guardias, que supongo me estarán ulcerando poquito a poco por dentro, ja ja ja ...
así que esta nota va especialmente dedicada a ti, zigor. gracias por estar ahí cuando te necesito. gracias por preocuparte tanto por mí. gracias por estar tan encima y cuidarme tan bien cuando he estado mala ... simplemente gracias!!!
hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario