aquí estoy recuperándome del jet lag, esta vez con poco tiempo para ello porque mañana vuelvo a la ardua tarea de madrugar y trabajar. es más, el viernes empieza mi maratón: quintuplete de guardias, que es una locura-paliza pero tras una semana de sin vivir tendré medio mes de descanso.el último día de mayo me fui a chicago al congreso mundial de oncología. hoy he regresado y no sólo con la experiencia de haber vivido un asco (así se llama), sino también "convertida" en R4. sí, ya he comenzado mi recta final, mi último año de residencia. y, vaya, a uno se le pone la carne de gallina al pensarlo: en menos de un año seré oncóloga.
en esta reunión nos hemos apelotonado más de 35.000 oncólogos en chicago, que se dice pronto. el palacio de congresos gigantesco y con un tráfico humano que parecía madrid en hora punta. las salas de conferencias enormes con un despliegue de medios dignos de una película de hollywood. oncólogos de más y menos renombre aleccionándonos de los últimos avances en el tema... esto es asco.
pero no todo es ciencia y también hemos tenido la oportunidad de conocer una ciudad tan interesante (sobre todo arquitectónicamente) como chicago: la torre sears (2ª mundial en altura), la torre hancock, el parque millenium con el pabellón jay pritzker de frank ghery, la cloud gate (ver foto) y la crown fountain, la fuente de buckingham, el navy pier, el grant park, la union estation (donde rodaron la famosa escena de las escaleras de los intocables, ver foto), el loop y la milla magnífica, entre otros.
y si encima tengo la suerte de coincidir con un grupo de oncólogos majetes (obviamente no podemos ir todos los oncólogos españoles en el mismo grupo porque no hay cabida en ningún avión), pues qué más pedir. bueno sí, una cosa que nos ha fallado a medias, el tiempo. pero tras anunciar lluvia los 6 días que sólo llueva 2 no está mal.
comentario sin ánimo de ofender, los americanos son curiosos. todo a lo grande: el café (starbucks everywhere), las raciones de comida, los parques, los edificios, las calles, ... las celebraciones. hemos visto fiestas de licenciatura con unos modelitos que parecían de boda cuanto menos, pedida de mano en vivo y en directo en un barco donde estábamos de cena o colocar una banda firmada por toda la tripulación a una azafata que se jubilaba.
y para el recuerdo, una no despreciable colección de fotos con las que deleitarme ahora que estoy de nuevo en zaragoza y echo de menos the windy city.
hasta la próxima!
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