esta semana terminó aún mejor de lo que había empezado. es algo que parece difícil puesto que comenzó en la nieve. pero aún quedaba lo mejor por venir. o mejor dicho, la mejor por venir.
el miércoles tuve una mañana de primeras y el jueves me tocó volver a mis comienzos en la oncología, o sea, pasar planta. y como tuve guardia, movidita y agotadora de tanto paseo planta-urgencias (menos mal que me dejaron dormir), el viernes comenzó el fin de semana a las nueve de la mañana, lo cual me permitió aprovechar bien el día porque me dio tiempo a hacer todos mis recados e incluso pude ir a correr.
a las diez y media llegó sonia. fui a buscarla a delicias. qué caos de coches! así que rápidamente me colé en el carril taxi, paré, se subió y salimos pitando antes de que eso mismo, nos pitasen. anécdota graciosa del día, cuando fui a por el coche, que lo dejé justo delante de un contenedor, me encontré un hueco vació delante del que creí era el contenedor y me asusté pensando que me habían robado el coche. pero resultó que estaba en el contenedor siguiente, a cien escasos metros. menudo susto! tras enseñarle el piso y dejar las cosas nos fuimos de paseo hasta el parque grande. a la vuelta estuvimos dándole al palique hasta casi las dos de la madrugada. y es que no se nos puede juntar...
el sábado nos apetecía ir de excursión y nos fuimos al monasterio de piedra, como se puede ver en las fotos. amaneció nublado pero al final quedó un día soleado precioso y disfrutamos mucho de la ruta de las cascadas y lagos. por la tarde hicimos merienda-cena en el matarraña y después paseo por el centro hasta la basílica. de nuevo en casa, nuestras sin-huesos tuvieron que sufrir nuestras ganas de hablar.
el miércoles tuve una mañana de primeras y el jueves me tocó volver a mis comienzos en la oncología, o sea, pasar planta. y como tuve guardia, movidita y agotadora de tanto paseo planta-urgencias (menos mal que me dejaron dormir), el viernes comenzó el fin de semana a las nueve de la mañana, lo cual me permitió aprovechar bien el día porque me dio tiempo a hacer todos mis recados e incluso pude ir a correr.
a las diez y media llegó sonia. fui a buscarla a delicias. qué caos de coches! así que rápidamente me colé en el carril taxi, paré, se subió y salimos pitando antes de que eso mismo, nos pitasen. anécdota graciosa del día, cuando fui a por el coche, que lo dejé justo delante de un contenedor, me encontré un hueco vació delante del que creí era el contenedor y me asusté pensando que me habían robado el coche. pero resultó que estaba en el contenedor siguiente, a cien escasos metros. menudo susto! tras enseñarle el piso y dejar las cosas nos fuimos de paseo hasta el parque grande. a la vuelta estuvimos dándole al palique hasta casi las dos de la madrugada. y es que no se nos puede juntar...
el sábado nos apetecía ir de excursión y nos fuimos al monasterio de piedra, como se puede ver en las fotos. amaneció nublado pero al final quedó un día soleado precioso y disfrutamos mucho de la ruta de las cascadas y lagos. por la tarde hicimos merienda-cena en el matarraña y después paseo por el centro hasta la basílica. de nuevo en casa, nuestras sin-huesos tuvieron que sufrir nuestras ganas de hablar.
el domingo amanecimos sin despertador (qué gozada!) a media mañana. de nuevo un día soleado, propicio para ir de poteo por el tubo. sin proponérneslo nos topamos dos veces con la procesión del domingo de ramos. de camino a casa nos deleitamos con un blanco/negro (granizado de café con helado de vainilla) ... delicioso! y como todo lo bueno se acaba, sonia tuvo que coger el ave de vuelta a su barna natal. pero si todo va como deseamos en menos de dos meses nos juntaremos para vivir una aventura ...
hasta la próxima!
hasta la próxima!
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