menuda locura! parece que tenga un imán en casa, porque en 10 días he tenido 3 visitas, que además han sido relativamente inesperadas, lo cual ha hecho que me haya hecho mucha ilusión.
el sábado por la mañana mi hermano marchó a bilbao y yo al hospital de guardia. la mañana liada con el pase de planta (mi último pase de sábado, en mis próximos blogs va a haber muchos "últimos"). la tarde tranquila, con momentos duros hablando abiertamente con los padres de un paciente de la cruda realidad y momentos alegres compartidos con dicho paciente y su novia. qué injusta es la vida!
el domingo aproveché el día primaveral con un paseo en bici en compañía de un cicloturista desconocido y por la tarde paseo en el parque con vero y sus niñas, dos preciosidades. y de nuevo comenzaba la semana, para muchos corta pero para mí una semana más con su doblete de fin de semana (el último, otra vez).
el lunes guardia. y menos mal que tenía a mjo en urgencias (aunque no vinieron pacientes) porque entre recados, hojas de consulta, ingresos y llamadas no paré en toda la tarde.
el martes en teoría libraba, en la práctica salí del hospital a pasadas las 10. más recaditos. antes de comer me di una vuelta en bici y rememoré la caída de mi hermano con una propia (tonta, como casi todas) y me gané el "medallón" de la patuqui izquierda, con tan mala suerte de pillar debajo de la rótula, en zona de flexión. lo mío es estilo...
el miércoles mañana de consulta con pequeño caos al cancelarnos el acceso a nuestros archivos, menos mal que médico precavido vale por 2 y yo lo fui. por la tarde recaditos en el centro y bienvenida a mi nueva visita: edu. llegó sin problemas (maravilloso tomtom). de nuevo tour turístico con paseo por el parque, cenita de antecelebración de nuestros cumples, visita al centro/casco con el típico poteo por el tubo, siesta junto a la fuente de la uni (4 años en zaragoza, miles de veces que he pasado por ahí y he envidiado a los estudiantes tumbados en la hierba, pero hasta ahora nunca me había decidido... nunca es tarde si la dicha es buena... y si aún estamos en zaragoza!), largas conversaciones (parece que está de moda) acompañadas de una taza cargada de té... otros 3 días de buena compañía.
el viernes edu me dejó en el hospi antes de marcharse. último doblete de fin de semana, último pase de sábado, última guardia de fin de semana. y vamos, para no olvidar. menuda maratón. de la ceca a la meca y de la meca a la ceca. la gran carrera cuando un paciente en tratamiento perdió el conocimiento, dos despedidas, dando guerra a radiólogos y cirujanos, pacientes espontáneos, pacientes vitales, largas conversaciones con las enfermeras, preparar la consulta, dar altas a tutiplén, enfrentamientos con pacientes que pagan con nosotros su enfado con la situación vital de su familiar, pacientes sumamente agradecidos,... y aún me dio tiempo para dormir por la noche!
el sábado vinieron los papás a celebrar, también por adelantado, mi cumple: paseo hasta el centro, poteo por el casco, comilona en el italiano favorito de papá, paseo a casa para rebajar la comida, siesta, nueva caminata por el parque y cena de picoteo. la verdad es que cundieron las menos de 24 horas juntos. el domingo desayunamos a las puertas del hospi y de nuevo mientras ellos se ponían en marcha yo me iba de guardia...
hasta la próxima!
el sábado por la mañana mi hermano marchó a bilbao y yo al hospital de guardia. la mañana liada con el pase de planta (mi último pase de sábado, en mis próximos blogs va a haber muchos "últimos"). la tarde tranquila, con momentos duros hablando abiertamente con los padres de un paciente de la cruda realidad y momentos alegres compartidos con dicho paciente y su novia. qué injusta es la vida!
el domingo aproveché el día primaveral con un paseo en bici en compañía de un cicloturista desconocido y por la tarde paseo en el parque con vero y sus niñas, dos preciosidades. y de nuevo comenzaba la semana, para muchos corta pero para mí una semana más con su doblete de fin de semana (el último, otra vez).
el lunes guardia. y menos mal que tenía a mjo en urgencias (aunque no vinieron pacientes) porque entre recados, hojas de consulta, ingresos y llamadas no paré en toda la tarde.
el martes en teoría libraba, en la práctica salí del hospital a pasadas las 10. más recaditos. antes de comer me di una vuelta en bici y rememoré la caída de mi hermano con una propia (tonta, como casi todas) y me gané el "medallón" de la patuqui izquierda, con tan mala suerte de pillar debajo de la rótula, en zona de flexión. lo mío es estilo...
el miércoles mañana de consulta con pequeño caos al cancelarnos el acceso a nuestros archivos, menos mal que médico precavido vale por 2 y yo lo fui. por la tarde recaditos en el centro y bienvenida a mi nueva visita: edu. llegó sin problemas (maravilloso tomtom). de nuevo tour turístico con paseo por el parque, cenita de antecelebración de nuestros cumples, visita al centro/casco con el típico poteo por el tubo, siesta junto a la fuente de la uni (4 años en zaragoza, miles de veces que he pasado por ahí y he envidiado a los estudiantes tumbados en la hierba, pero hasta ahora nunca me había decidido... nunca es tarde si la dicha es buena... y si aún estamos en zaragoza!), largas conversaciones (parece que está de moda) acompañadas de una taza cargada de té... otros 3 días de buena compañía.
el viernes edu me dejó en el hospi antes de marcharse. último doblete de fin de semana, último pase de sábado, última guardia de fin de semana. y vamos, para no olvidar. menuda maratón. de la ceca a la meca y de la meca a la ceca. la gran carrera cuando un paciente en tratamiento perdió el conocimiento, dos despedidas, dando guerra a radiólogos y cirujanos, pacientes espontáneos, pacientes vitales, largas conversaciones con las enfermeras, preparar la consulta, dar altas a tutiplén, enfrentamientos con pacientes que pagan con nosotros su enfado con la situación vital de su familiar, pacientes sumamente agradecidos,... y aún me dio tiempo para dormir por la noche!
el sábado vinieron los papás a celebrar, también por adelantado, mi cumple: paseo hasta el centro, poteo por el casco, comilona en el italiano favorito de papá, paseo a casa para rebajar la comida, siesta, nueva caminata por el parque y cena de picoteo. la verdad es que cundieron las menos de 24 horas juntos. el domingo desayunamos a las puertas del hospi y de nuevo mientras ellos se ponían en marcha yo me iba de guardia...
hasta la próxima!
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