hacía mucho que no escribía en mi blog. la verdad es que estoy pasando una mala época. realmente llevo con alti-bajos desde hace ya casi cuatro años. pero como en esta vida no es todo negro o blanco (y menos mal), hay buenos momentos que me ayudan a seguir adelante y no tirar la toalla.
a veces pienso que debería haberme rebelado en su momento. siempre he sido una hija modelo: educada, obediente, estudiosa, formal... vamos, el orgullo de todo padre y madre. pero el problema es que cuando dejas de hacer cosas que tú deseas hacer porque a ellos no les parece bien (y no hablo de escaparme con un motero ni mucho menos) llega un momento que todas esos deseos reprimidos salen a flor de piel y llega el colapso. es lo que todos mis amigos han sufrido de adolescente. pero yo hasta pasados los veinte no.
primero, el rechazo de mi pareja que me ha traído más lloros que alegrías en casa y que ha conseguido que me haya distanciado emocionalmente y socialmente de mis padres. después, la marcha de casa al elegir trabajo con los enfrentamientos secundarios a que a ellos no les gusta cómo hago las cosas (es mi vida, que me dejen disfrutarla y aprender de mis errores, no?), por lo que ahora cada vez que voy a casa no hacemos más que discutir y ya se me quitan las ganas de ir.
segunda parte de la historia, irme de mi ciudad ha supuesto desaparecer de la faz de la tierra. tengo mail, tengo móvil, tengo fijo, tengo dirección de casa... pero parece que la gente no es capaz de llevar una relación a distancia. yo sólo puedo decir que no puedo estar más cerca ni puedo ir a casa más de lo que voy. así que o se molestan en darme señales con los medios que hay o no hay nada más que decir o hacer.
siento que he perdido a toda la gente que me importa y estoy emocionalmente destrozada. además aquí, aunque profesionalmente no me puedo quejar, personalmente no me ha ido bien. he tenido problemas de convivencia con la compañera de trabajo con la que vivía y hemos terminado mal. y como me voy a casa cuando tengo guardia y rechazo las invitaciones de los otros compañeros pues no he conseguido hacer grandes amigos, salvo en mi servicio. me siento un poco fracasada porque siempre me he considerado sociable y parece que soy todo lo contrario.
aún me quedan dos años aquí y pueden pasar muchas cosas. pero espero empezar a remontar porque no es plan verdad? como me dice algún buen amigo que aún me queda por ahí, las personas crecemos, maduramos ... y nos distanciamos. pues sabéis lo que os digo? que menuda mierda crecer. yo no esperaba que me fuera a pasar esto por irme de casa. de todos modos, sí que es verdad que prefiero haberme dado cuenta de cómo es la gente que me rodea en realidad y lo que puedo esperar de cada uno. me he dado la gran "ostia" (con perdón) como decimos los vascos, pero espero no me vuelva a pasar nunca.
ahora toca disfrutar de la vida con los que la quieran compartir conmigo. y los que no, les deseo toda la felicidad del mundo y sólo decirles que fue bueno mientras duró.
hasta la próxima!
a veces pienso que debería haberme rebelado en su momento. siempre he sido una hija modelo: educada, obediente, estudiosa, formal... vamos, el orgullo de todo padre y madre. pero el problema es que cuando dejas de hacer cosas que tú deseas hacer porque a ellos no les parece bien (y no hablo de escaparme con un motero ni mucho menos) llega un momento que todas esos deseos reprimidos salen a flor de piel y llega el colapso. es lo que todos mis amigos han sufrido de adolescente. pero yo hasta pasados los veinte no.
primero, el rechazo de mi pareja que me ha traído más lloros que alegrías en casa y que ha conseguido que me haya distanciado emocionalmente y socialmente de mis padres. después, la marcha de casa al elegir trabajo con los enfrentamientos secundarios a que a ellos no les gusta cómo hago las cosas (es mi vida, que me dejen disfrutarla y aprender de mis errores, no?), por lo que ahora cada vez que voy a casa no hacemos más que discutir y ya se me quitan las ganas de ir.
segunda parte de la historia, irme de mi ciudad ha supuesto desaparecer de la faz de la tierra. tengo mail, tengo móvil, tengo fijo, tengo dirección de casa... pero parece que la gente no es capaz de llevar una relación a distancia. yo sólo puedo decir que no puedo estar más cerca ni puedo ir a casa más de lo que voy. así que o se molestan en darme señales con los medios que hay o no hay nada más que decir o hacer.
siento que he perdido a toda la gente que me importa y estoy emocionalmente destrozada. además aquí, aunque profesionalmente no me puedo quejar, personalmente no me ha ido bien. he tenido problemas de convivencia con la compañera de trabajo con la que vivía y hemos terminado mal. y como me voy a casa cuando tengo guardia y rechazo las invitaciones de los otros compañeros pues no he conseguido hacer grandes amigos, salvo en mi servicio. me siento un poco fracasada porque siempre me he considerado sociable y parece que soy todo lo contrario.
aún me quedan dos años aquí y pueden pasar muchas cosas. pero espero empezar a remontar porque no es plan verdad? como me dice algún buen amigo que aún me queda por ahí, las personas crecemos, maduramos ... y nos distanciamos. pues sabéis lo que os digo? que menuda mierda crecer. yo no esperaba que me fuera a pasar esto por irme de casa. de todos modos, sí que es verdad que prefiero haberme dado cuenta de cómo es la gente que me rodea en realidad y lo que puedo esperar de cada uno. me he dado la gran "ostia" (con perdón) como decimos los vascos, pero espero no me vuelva a pasar nunca.
ahora toca disfrutar de la vida con los que la quieran compartir conmigo. y los que no, les deseo toda la felicidad del mundo y sólo decirles que fue bueno mientras duró.
hasta la próxima!
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