miércoles, 12 de diciembre de 2007

holiday

estos días de vacaciones y descanso en los alpes me he sentido como en la película del título del blog. no es que sea una cameron díaz ni una realizadora de spots cinematográficos famosa pero sí una chica que tras una crisis personal necesitaba cambiar de aires de manera radical. y así como ella se fue de los ángeles a un pueblo inglés yo me he ido de zaragoza capital a chamonix.

el jueves me fui al hospital con mi maletón. sesión a primera hora. consulta de hospital de día hasta las dos de la tarde. taxi a la estación de delicias, snack en la sala vip (cómo me gusta eso de poder esperar en la sala vip) y comida en el viaje a madrid, otro lujo el poder viajar en business y sobre todo el llegar a madrid en 75 minutos.

ya en madrid taxi al hotel nh eurobuilding, donde era el foro de cáncer de ovario. el taxista era muy sociable y hablamos todo el recorrido. su hijo está metido en el mundo de la música (estilo hip hop, difícil en españa creo yo) y paramos en la calle para saludar a un chico que resultó haber participado en una de las ediciones de OT, programa que nunca he seguido, en contra de la mayoría de la sociedad, sobre todo de determinada edad.

la charla muy bien. además me sirvió de reeencuentro con otros residentes, lo cual siempre hace ilusión. lo malo que como siempre los ponentes no respetan los tiempos de exposición y terminó 2 horas y media más tarde de lo previsto. al terminar marta, residente de oviedo rotando en madrid que iba a ser mi anfitriona esa noche, y yo nos fuimos a cenar algo ligerito. en el bar conocimos a un francés que trabaja en una multinacional viajando por todo el mundo, cosa que me recordó mucho a tom. de hecho marta le dijo que al día siguiente me iba a ver a un amigo francés. él entendió novio y entonces dejó de tener interés en mí y empezó a ligar con ella. qué risas que nos pudimos echar las dos!

por fin nos despedimos, esa noche ninguna de las dos podía ni quería ir de fiesta a pesar de la buena voluntad del amigo francés y nos fuimos a casa de marta. queríamos acostarnos pronto pero como somos dos parlanchinas y nos llevamos tan bien acabamos contándonos batallitas hasta las 2 de la mañana!

a las 5 me levanté, ducha rápida, efusivo abrazo de despedida y en amrcha. madrid de madrugada impresiona, con las calles grandes, amplias, vacías y silenciosas. al metro y a barajas, donde facturé de la misma sin problemas, así que como fui con tiempo de sobre pude desayunar tranquilamente y dar un paseo por la terminal (no es mi lugar favorito para ello pero es lo que había) e indagar los productos del duty-free antes de embarcar destino a ginebra.
a las 11.10 h aterrizamos. suiza me recibió con un día soleado. al bajar del avión nos encontramos con las puertas electrónicas cerradas y nos empezamos a apiñar todos los viajeros en el pequeño rellano que había entre el final de las escaleras mecánicas y las puertas. fue divertido. por fin apareció una encargada del aeropuerto y nos abrió. directa a las cintas a por la maleta y... sorpresa! tom estaba en la cinta esperándome. pensé que iba a ser yo la que tendría que esperarle a él, que venía de parís, pero al final llegó justo a las 11. abrazos, recoger maleta y al coche, que chamonix nos espera!!!

pero cham se haría esperar un poco. hay un enorme carrefour antes de llegar y aprovechamos para hacer las compras porque realmente para tom era también su primera estancia en su casa. la semana anterior se mudó y tras colocar las cosas se fue a casa de sus padres y de ahí a parís, por lo que realmente aún no había estado tranquilamente en su casa.
sobre las 3 llegamos a cham. sin comentarios! qué belleza! el valle es como una V: entras por la parte abierta de la V, a tu derecha y a tu izquierda montañas del estilo del mont-blanc, nada más y nada menos, y al final del valle más montañas. esto me iba a encantar! descansamos (los 2 habíamos dormido menos de 4 horas) y después salimos a pasear por el centro, que es peatonal. casualmente esa tarde se inauguraba la temporada de navidad, con la iluminación oficial de cham y el chocolate y vino caliente, muy típico de allí. nos retiramos pronto, cenita ligera y a mimir, que el cuerpo lo pedía a gritos.
despertarse, abrir los ojos, girar la cabeza y ver los alpes por la ventana desde la cama era impresionante. me sentía en el cielo. iba a vivir allí durante 9 días! el estilo de vida allí era totalmente diferente a mi vida habitual aquí. acostarse pronto, madrugar sin ayuda de despertador puesto que ya has dormido suficiente, desayunar abundante y sin prisa alguna, pasar la jornada fuera hasta las 4 con un picoteo pero sin comer nada consistente (cosa que tampoco es fundamental después del mega desayuno de la mañana), cenar a las 7, ducharse, tomarse un té o infusión y a mimir.
el sábado tal y hicimos. la jornada la dedicamos a visitar a unos amigos de tom que nos enseñaron fotos de su viaje a la patagonia y subir a la floria, una albergue con mirador al valle. el albergue estaba cerrado. la verdad es que parece que fui a cham en temporada baja porque la mayoría de los teleféricos estaban cerrados y no había mucho ambiente en la ciudad (a las 9 todos los bares cerrados). es que aún no se había inaugurado la temporada de ski, porque al parecer debe haber mucha vida en temporada alta tanto de invierno como de verano. nos tomamos un té en las mesas del mirador. nota curiosa, 3 días después volvería sola a ese lugar y la mesa y bancos que usamos estarían con más de 15 cm de nieve. es gracioso ver la foto del antes y el después.
por la tarde dejamos preparada la cena, una tartiflette, plato típico de allí, antes de ir al que sería mi primer partido de hockey sobre hielo en directo. dos cosas: hay que abrigarse de narices porque uno se queda congelado ahí sentado durante más de 2 horas que dura y hay que prepararse para la batalla campal, menudos gritos entre las aficiones y menuda pelea entre jugadores! por cierto, ganó cham. y lo celebramos con una deliciosa cena amenizada con una conversación que nos llevó hasta las 2 de la mañana.
el domingo estrenamos temporada de ski. de todas las estaciones que hay (creo que 6 por lo menos) sólo había abierto 2 pistas de 1 de ellas, pero me bastó para quitarme el gusanillo de skiar y para poder decir que he skiado en los alpes!!! las pistas son bastante más empinadas que las de aquí. vamos que la azul era roja y la roja negra. pero me lo pasé genial. a pesar de mis 2 caídas, la segunda de las aparatosas con cada ski y bastón por un lado je je je. pero he mejorado y ya hasta me salen los paralelos. soy una campeona!!! tras el ski té y merienda en casa de otros amigos de tom y a media tarde a casa para descansar.
el lunes tom se marchó a china y me dejó a mis anchas en su chalecito rústico en un entorno tan encantador. y encima... nevó!!! todo el día!!! el jardín y la casa blancos. ese día no salí mas que a dar una paseo por el pueblo y al jardín a disfrutar de la nieve como una niña pequeña que la descubre por primera vez.

el martes fue mi primera incursión en la nieve a pie. me lo pasé muy bien pero no pude llegar muy lejos porque la nieve me llegaba hasta media pierna y el goretex de mis botas no resistó y mis pantalones no impermeables menos, así que cuando empecé a notar mis calcetines húmedos me di la vuelta.
el miércoles fui a ver el mer de la glace subiendo a montenvers en un tren que sube por la montaña. fue como retraerse en el tiempo. tanto en la estación de cham como en la de montenvers había fotos en la paredes, en blanco y negro por supuesto, de la construcción de las vías hace casi 100 años, con los medios de los que disponían entonces. un trabajo espectacular salvar un desnivel de 900 metros. contemplar uno con sus propios ojos como el glaciar se hace hueco entre las montañas, o mejor dicho, como las montañas se mantienen separadas por el caprichoso zigzag de un glaciar aún más impresionante. y si encima añades un cielo totalmente despejado con un sol con todo su esplendor y un espesor de nieve de 40 cm pues te queda una colección de fotos que no hacen justicia a la realidad pero al menos te dejan un grato recuerdo. y las vistas del valle tanto en el viaje de ida como en el de vuelta tampoco tienen precio
el jueves fue otro día de trekking. esta vez no en vertical sino en la horizontalidad del valle. caminé hacia la punta de la V. un paseo delicioso paralelo al río, entrando y saliendo de bosques, para terminar con una pequeña ascensión hasta que la nieve me hizo dar la vuelta una vez más, lo cual me deja claro que he de volver en primavera.
el viernes día gris. nublado y lluvioso. muy lluvioso. todo la mañana. toda la tarde. así que plan tranquilo y casero. por la tarde un paseo por el centro y por la noche bienvenida a tom, que llegó reventadico de shangai, casi 24 horas sin dormir, algo que ya sé lo que significa. así que nos tomamos un té juntos, nos contamos un poco la semana y a mimir.
el sábado, tras haberse derretido toda la nieve del valle el día anterior, cham amaneció de nuevo blanca. y nosotros lo disfrutamos: salimos en pijama al jardín (y yo descalza, qué loca!) y tuvimos nuestra guerra de nieve. desayuno calentito y la verdad es que la mañana se nos pasó como un suspiro hablando y viendo fotos. uno de los amigos de tom me dejó sus raquetas y me estrené en el arte de caminar sobre la nieve. fue impresionante porque seguimos una ruta recién nevada, por lo que era nieve sin estrenar e ir dejando tus huellas y mirar hacia atrás y ver tu rastro producía una emoción que no sé, hay que vivirlo. de nuevo nos lo pasamos como niños tirándonos bolas de nieve. y de nuevo los amigos de tom nos invitaron a merendar. de regreso a casa última cena juntos y última noche de té y conversación a la luz de las velas.
el domingo a las 5 nos poníamos en marcha hacia el aeropuerto. tom me acompañó hasta los customs y ahí ya nos despedimos. sólo puedo decirte gracias y que seguro que volveré a visitarte.

hasta la próxima!




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