mi primera semana de vuelta a la rutina del trabajo no ha sido lo que se pueda decir rutinaria.
el lunes resulta que llegué al hospital y al parecer no contaban conmigo (no constaba en el planing). pero siempre se agradece una mano extra. para empezar al cien por cien tuve guardia, la tuve que cambiar pq el martes me iba a madrid. la tarde entretenida y la noche con las dos típicas llamadas que te rompen el sueño y ya no te dejan descansar en paz.
el martes un día frenético. dos comités, una consulta de primeros días, corriendo a hacer la maleta, chat y llamada sorpresa de mi buen amigo peregrino francés. después al tren, donde viajé con javier. y vivimos la mítica escena de "atención por favor, si hay algún médico acuda al vagón 6". y ahí nos plantamos 3 oncólogos y la paciente era una embarazada con dolor abdominal. menos mal que en 10 minutos llegamos a madrid! javier, anti taxi, me convenció para ir al hotel en metro. me pareció muy buena idea, para evitar el atascón, pero resultó que mi hotel no estaba tan al lado del metro y entre maleta y portátil pues que se notaba el peso. desilusión al llegar al hotel pq no vi a nadie del congreso. la habitación una chulada. clavada por cenar de buffet (si lo sé no ceno) y de nuevo chateo hasta entrada la madrugada. si es que no callo.
el miércoles empezó la seom. el ifema impresionante de grande. como para perderse. tras las charlas formación mir me junté con los de mi hospi. fuimos a comer con el jefe a un sitio excelente, tanto que nos entretuvimos más de la cuenta y llegamos tarde al congreso. por la tarde hicimos "compras" (sobre todo material de papelería). decidí cambiarme de hotel para estar con mis resis. por la noche de nuevo cenorra, esta vez en un gallego, y después bailoteo en un disco-pub de gente chic (recomendado, buena música sí que tenía) y bailoteo hasta las mil.
hasta la próxima!
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