el domingo finiquitaron mis primeras vacaciones. siempre es duro volver a zaragoza y al trabajo, pero una parte de mí también echaba de menos a la gente de aquí y el mundillo de la oncología.
volver al trabajo supuso volver a la consulta, algo q no veía desde julio puesto q en agosto me "desterraron" a la planta. no me tocaba pero además me "tocó" el busca, q me dio poca pero algo de guerra. como es habitual terminamos más bien tarde. fui a nadar y después le metí caña a la bici, cosas q eché de menos en mis días fuera de zaragoza.
ayer fue un día más duro. tuve guardia. de onco. no fue muy mala. fue la tarde de un par: un par de llamadas de urgencias, un par de llamadas de hospital de día, un par de hojas de consulta y un par de llamadas de la planta. pero así por la tontería me mantuve entretenida hasta medianoche.
hoy, en compensación del castigo culinario de ayer, puesto q la comida del hospital es mala mala mala, novartis nos ha invitado a comer a un restaurante chapeau. y si encima añades la buena compañía de los representantes y de oncólogos (las cuatro resis y los tres adjuntos jóvenes) ... q más pedir? pues hay más. una sobremesa de seis horas con agradables charlas entre amigos. he llegado a casa prácticamente a las diez de la noche.
ahora a mimir!
hasta la próxima!
volver al trabajo supuso volver a la consulta, algo q no veía desde julio puesto q en agosto me "desterraron" a la planta. no me tocaba pero además me "tocó" el busca, q me dio poca pero algo de guerra. como es habitual terminamos más bien tarde. fui a nadar y después le metí caña a la bici, cosas q eché de menos en mis días fuera de zaragoza.
ayer fue un día más duro. tuve guardia. de onco. no fue muy mala. fue la tarde de un par: un par de llamadas de urgencias, un par de llamadas de hospital de día, un par de hojas de consulta y un par de llamadas de la planta. pero así por la tontería me mantuve entretenida hasta medianoche.
hoy, en compensación del castigo culinario de ayer, puesto q la comida del hospital es mala mala mala, novartis nos ha invitado a comer a un restaurante chapeau. y si encima añades la buena compañía de los representantes y de oncólogos (las cuatro resis y los tres adjuntos jóvenes) ... q más pedir? pues hay más. una sobremesa de seis horas con agradables charlas entre amigos. he llegado a casa prácticamente a las diez de la noche.
ahora a mimir!
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